Steve McCurry, conoce a uno de los fotoperiodistas más famosos

steve-mccurry-fotografo-portada

Dentro del mundo de la fotografía hay auténticos genios que han conseguido exponer en todo el mundo, marcar tendencia y elevar este arte a una nueva posición. Sin embargo, no muchos de ellos son tan recordados como deberían. De hecho, se recuerda más a aquellas modelos a las que fotografían, o a los modistas que las visten, que a los propios fotógrafos encargados de convertir todo ese en arte en una simple imagen. No es sencillo llegar a ser un fotógrafo reconocido, pero algunos lo han conseguido, a base de mucho trabajo, profesionalidad y sobre todo, un talento descomunal que, de haber desarrollado en otras artes, seguramente les hubiera granjeado mucha más popularidad.

Steve McCurry es sin duda uno de los que más puede presumir de tener ese reconocimiento, tanto dentro como fuera del mundo de la fotografía. Tal vez porque su labor, menos glamurosa que la de muchos otros fotógrafos que trabajan para grandes revistas de moda, siempre se ha limitado al fotoperiodismo, siendo uno de los mayores adalides de este movimiento. Y es que las fotografías sirven para capturar instantes y momentos especiales y hermosos, pero también duros y crueles, como una forma de denunciar y criticar las cosas que están sucediendo en el mundo. Jugándose el tipo y corriendo un gran peligro en muchas situaciones, McCurry nos ha mostrado una cara terrible pero muy realista de la guerra, concentrándose en los retratos para expresar todas las emociones que un conflicto de este tipo puede provocar en el ser humano.

Primeros años de Steve McCurry

steve-mccurry-fotografo

Nacido en Filadelfia en 1950, McCurry inició estudios de Cinematografía en la Universidad Estatal de Pensilvania. Sin embargo, acabaría diplomándose Cum Laude en Artes Escénicas, seis años después, y ya con un gran interés desarrollado por la fotografía, a la que se había iniciado cuando trabajaba en uno de los medios locales de Pensilvania. Fue en aquel periódico local donde descubrió su auténtica pasión, y en él pasó dos años, mejorando su técnica, buscando siempre algo diferente que mostrar con su cámara, algo arriesgado, atrevido, que hiciera sentir a los lectores que la foto no era un simple añadido o aliciente, sino una muestra de todo lo que iba a leer en el artículo. Tras dos años trabajando en ese medio local, McCurry toma la decisión de marcharse a la India para trabajar como fotógrafo freelance.

Sus primeros trabajos

Al llegar a Asia, McCurry descubre que para llegar a ser un buen fotógrafo, al menos del calibre que él buscaba, necesitaba aprender a ver en el rostro de la gente esa sensación que les hacía humanos, tal vez vulnerables y desprevenidos. En un país con una gran diferencia entre clases y sociedades, el fotógrafo norteamericano aprendió a tomar esas fotografías que no solo eran hermosas, sino que transmitían todo lo que esa persona llevaba dentro, a través de la expresión, de la propia mirada, que suponía un mundo abierto para los sentimientos. Después de pasar unos años en India, se marcha a Pakistán, donde sigue trabajando y publicando en diversos medios internacionales sus fotografías. Su vida cambiaría cuando cruzó la frontera hacia Afganistán, disfrazado para pasar desapercibido, y cubrir de incógnito el conflicto de la guerra soviética que se estaba generando en aquel país.

Mejores fotografías de  Steve McCurry

La invasión soviética a Afganistan supuso el inicio de la popularidad de McCurry, que consiguió salir del país después de recorrer buena parte del sur, con fotografías que llevaba en rollos atados a su ropa. Después de conseguir esas instantáneas, las envió a muchos medios de todo el mundo, siendo publicadas en revistas tan importantes como Paris Match o TIME, así como en National Geographic. McCurry logró una gran presencia en estos medios y fue condecorado con la medalla Robert Capa al mejor fotógrafo en el extranjero, así como con otros premios por su labio incesante en la búsqueda de la realidad tras la guerra. Edificios bombardeados, paisajes desolados, ciudades enteras destrozadas… McCurry siempre ha sabido mostrar de una manera cruda y realista los estragos de la guerra. Pero sus fotos más celebradas no han sido de paisajes o edificios, sino los retratos con los que esculpía las historias que la guerra había dejado.

De hecho, el dolor que la guerra causa a las personas es uno de los principales temas de su obra. Como ejemplo perfecto tenemos la célebre foto de la Niña Afgana, publicada en la portada de National Geographic en julio de 1985, convirtiéndose en un auténtico símbolo de toda la situación lamentable por la que muchos refugiados pasaban. A lo largo del tiempo, McCurry siguió cubriendo otros conflictos, como el de Irak e Irán, la Guerra de la antigua Yugoslavia y la Guerra del Golfo. De todas ellas han salido fotografías y exposiciones, aunque muchas de las más conocidas tienen que ver también con su trabajo en el sur de Asía, en países como India o Sri Lanka, que destacan por su color y su exotismo.

Steve McCurry en la actualidad

steve-mccurry-fotografo-2

McCurry es hoy por hoy uno de los más laureados fotoperiodistas de todo el mundo, una auténtica celebridad que sigue en activo, aunque ya con menos actividad que antes, por su edad. Influencia para muchos de los que empiezan con el fotoperiodismo, su figura ha quedado en entredicho en los últimos años, al descubrirse que algunas de sus fotografías estaban retocadas digitalmente. McCurry no ha llegado a negar este punto, pero sí le ha restado importancia, hablando de que no solo busca plasmar una realidad sino crear una historia que tenga también algo de arte. A pesar de ello, las críticas han empezado a señalarle, después de haberse convertido en un auténtico héroe. Las revistas más importantes del mundo siguen publicando su trabajo, y pese a este incidente, su leyenda parece que permanecerá intocable.