Cámaras acuáticas, ¿cuáles son las mejores?

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La búsqueda de la fotografía perfecta ha llevado a muchos a implementar mejoras y evoluciones en las cámaras rudimentarias de mediados del siglo XIX, hasta llegar a la actualidad, donde las cámaras digitales parecen imponerse por su facilidad, eficacia y por todas las opciones que ofrecen a la hora de captar las mejores y más cautivadoras instantáneas. Está claro que una de las principales razones por las que hacemos fotografías es para ver el mundo de otra manera, para guardar ese instante mágico para siempre, y poder mostrárselo también a los demás. La mayoría de nosotros, por ejemplo, jamás estará en la cima del Everest, ni conocerá las profundidades de la Gran Barrera de Coral en Australia, pero gracias a las fotografías podemos, al menos, haberlas visto a través de una pantalla.

Para tomar este tipo de fotografías, en lugares tan extremos, necesitamos cámaras especiales, que nos permitan captar lo que hay más allá, y trabajen bien bajo toda esa presión. En el caso de las cámaras acuáticas, muchas veces se utilizan sistemas de seguridad, como fundas enormes para mantener la integridad de la cámara sin que el agua entre en ella, algo que la destrozaría. Sin embargo, también se han creado cámaras especialmente pensadas para ser sumergidas y tomar fotografías bajo el agua, sin tanta parafernalia. Es cierto que su calidad no era demasiado importante hasta ahora, pero en los últimos años los fabricantes parecen haberse puesto las pilas, y nos ofrecen incluso cámaras de calidad réflex con las que tomar preciosas fotografías bajo el agua, ya sea en el mar, en un río o en cualquier otra situación donde queramos tomar instantáneas en ese medio. Aquí te vamos a mostrar cuáles son las mejores alternativas.

Que son cámaras acuáticas y para qué se utilizan

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Las cámaras acuáticas son aquellas que están preparadas desde su concepción para ser utilizadas bajo el agua, y permiten que se las sumerja, normalmente con cierto límite de metros, por el tema de la propia luz y de la presión. Estas cámaras han sido concebidas para utilizarse bajo el agua, aunque también suelen dar un rendimiento aceptable para fotografías en la superficie. Sin embargo, si optamos por alguna de ellas es para obtener buenos resultados de esas fotos acuáticas que queremos hacer. Si somos amantes del submarinismo o el snorkel, si nos gusta sencillamente tomar fotos bajo el agua de nuestros hijos en la piscina, o si somos fotógrafos profesionales interesados en abrir un nuevo campo para nuestras imágenes, tomándolas en este medio tan especial, las cámaras acuáticas son siempre la mejor alternativa que podemos encontrar.

Nosotros vamos a recomendar siempre adquirir una de estas cámaras que ya desde el primer momento están preparadas para ser sumergidas, en lugar de optar por sumergir la nuestra con algún tipo de protección o de funda, algo que puede acabar muy mal… Encontraremos, como vamos a ver a continuación, una enorme cantidad de posibilidades, ya que en los últimos años este sector de las cámaras ha aumentado bastante, a rebufo de todas las cámaras deportivas que han ido saliendo, y que en un momento dado se han convertido en toda una tendencia para muchos. Cámaras con una gran calidad de imagen, con muchos megapíxeles para que las tomas salgan perfectas, con ciertos controles adicionales para jugar con la luz, la velocidad de obturación o demás, o también cámaras más sencillas, para los novatos que prefieran llevarlo todo en auto y simplemente disparar la fotografía en el momento justo. Hay para todos los gustos.

Mejores cámaras acuáticas del mercado

Debido a la gran demanda por parte de los compradores, las marcas han lanzado una gran variedad de cámaras acuáticas al mercado en los últimos tiempos, para todos los gustos y bolsillos. Tenemos, por ejemplo, las más sencillas y económicas, las cámaras deportivas sumergibles, que son la opción favorita para todos aquellos que tampoco buscan una perfección de imagen, sino más bien, una calidad decente a la hora de tomar las fotografías o grabar vídeos bajo el agua. Entre ellas destaca la GoPro Hero 8 Black, que puede sumergirse hasta 10 metros, tiene 13 megapíxeles de gran angular y graba vídeos a 4K. Su precio, eso sí, supera los 300 euros, así que no es precisamente la opción más económica. Para aquellos que busquen algo más de calidad sin renunciar a lo deportivo de la cámara, la GoPro Max seguramente es la alternativa perfecta.

Entre las cámaras digitales más habituales, ya fuera del rango de lo deportivo, nos encontramos con la Panasonic Lumix DC-FT7EG-A, sumergible hasta los 31 metros y con una calidad profesional para tomar las mejores instantáneas con la mejor calidad posible. También hemos de destacar la imponente Olympus TG-6, lanzada no hace mucho tiempo, pero que ya está dando muestras de llegar con mucha fuerza al mercado. Es una cámara sumergible hasta 15 metros, que además trabaja bien en condiciones duras, y que ofrece una calidad soberbia para las fotografías, sacándole el máximo partido a todas sus opciones. Para terminar esta selección, nos hemos decantado por la Nikon CoolPix W300, que ofrece unos resultados increíbles en casi cualquier situación, y es también sumergible, perfecta para aquellos que busquen una buena máquina todoterreno.

Móviles sumergibles con cámara acuática

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Aunque la mayoría de los profesionales preferirán las cámaras de toda la vida para poder realizar las sesiones acuáticas, es cierto que en los últimos tiempos los móviles también están dando mucho que hablar para esta opción. Hay muchos que son sumergibles y tienen la opción de cámara acuática, con una calidad que tiene poco que envidiar a las que hemos nombrado anteriormente. Desde los iPhone más nuevos, que son capaces de resistir bajo el agua dos metros durante media hora, y tomar con ellos fotografías increíbles gracias a su cámara espectacular, hasta los últimos Samsung Galaxy S10, que ofrecen también esa posibilidad de ser sumergidos y tomar instantáneas en ese ambiente.